Al igual que con cualquier otro evento, a veces un retraso o cancelación son necesarias. Puede ser debido a un fallecimiento, una enfermedad o la necesidad de reconsiderar su futuro juntos.

Si las invitaciones aún no han sido entregadas deben notificarles a la familia inmediata, amigos cercanos y cualquier proveedor cuyo servicio se haya reservado para esa fecha. Si las invitaciones ya han sido enviadas, es importante que cada invitado reciba una llamada telefónica. Si ni tú ni tu novio desean hacerlo, pueden pedir ayuda a algún miembro de la familia para que haga las llamadas. No es necesario explicar las razones de la cancelación, sólo informar que la boda no se llevará a cabo.

Cuando se han recibido regalos, lo correcto es devolverlos todos. Esto puede ser bastante complicado y engorroso, puesto que al hacer las listas de regalos se piden cosas que solo le sirven a la pareja. En algunos almacenes se pueden hacer notas crédito o vales de regalo para que tus amigos y allegados puedan usarlos para compras futuras. (Lo más probable es que la gente cercana no desee que se le devuelva su regalo, pero se debe preguntar por cortesía)

Si el matrimonio se ha cancelado por una ruptura de los novios, lo más apropiado es que devuelvas el anillo de compromiso; pues este era el símbolo de amor y compromiso entre tu novio y tú.

También deben hablar con los proveedores para intentar recuperar la mayor parte posible de los depósitos o pagos que hayan realizado. Desafortunadamente, esto queda enteramente a disposición de cada uno, pues hay servicios que requieren una inversión por parte de los proveedores o movilizaciones y logística que conlleva gastos.

Es importante tratar de manejar la cancelación de tu matrimonio de una forma privada e íntima para que no se vuelva más difícil y agotador de lo esperado.